Leer “Las puertas cerradas” me ha provocado una sensación de abatimiento, de sobresalto, de estupor, de alegría... de lágrimas. Son tantas las impresiones y el eco ensordecedor que se reitera en mi espíritu ante cada uno de estos personajes y sus historias, sus tropiezos, sus desencuentros, sus tribulaciones... '“Las puertas cerradas” nos transforma en testigos expectantes frente a las realidades de un mundo insólito, emocionante, cruel, un mundo desbordado de misterios que cruzan frente a nosotros y a los que ya no nos será posible ignorar o pasar por alto.... Sus personajes cobran vida, hablan y actúan y nos miran a los ojos, apreciamos sus gestos y escuchamos'sus voces alradas por la amargura o contenidas por un sufrimiento paralizante.
Estas historias nos permiten comprender las razones por
las que Roberto Marcallé Abreu sigue siendo el más representativo escritor dominicano contemporáneo. Estas “puertas cerradas” alcanzan dimensiones inusitadas, insólitas, increíbles. Este libro es sencillamente magistral, una auténtica obra de arte.
Agotado