“La explicación histórica es, en esencia, una obra de honda reflexión teórica, metodológica y filosófica, además de estimulante, sobre el oficio del historiador, el cual fundamentalmente consiste en indagar sobre el pasado, abrevando en fuentes fiables, reuniendo o seleccionando determinadas pruebas o evidencias, ordenándolas, evaluándolas, contrastándolas con otras fuentes y/o testimonios, para finalmente proceder -mediante la escritura- a la reconstrucción parcial (que nunca podrá ser total) del pasado al que queremos aproximarnos”.