HAITI Y LA REPUBLICA DOMINICANA

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Autor GUTIERREZ FELIX.,E
Editora LIBRO DOMINICANO
Encuadernado TAPA SUAVE
Páginas 506
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LA EXPEDICION HAITIANA DE DESSALINES A

En el mes de febrero de 1805 el entonces autoproclamado emperador de Haití, Jean-Jacques Dessalines irrumpió a la parte este de la isla de Santo Domingo, en ese momento administrada por los franceses bajo la gobernación del general Ferrand, con una expedición cuyo fin era la unificación de la isla. Cuando llegó a Santo Domingo cercó la ciudad por tres semanas, pero no pudo apoderarse de la misma por la resistencia de los franceses y los criollos españoles y la llegada el 26 de marzo, de la escuadra francesa del almirante Missiessy. Dessalines ordenó la retirada hacia Haití, pero a su retorno fue dejando un rastro sangriento con miles de degollados y muchos pueblos convertidos en cenizas, cometiendo en Moca y Santiago las mayores atrocidades.
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LA DOMINACION HAITIANA (1822-1844)

La razón principal que me ha motivado a escribir y publicar este pequeño libro ha sido al ver que, pese a los ciento cincuenta años pasados desde que el presidente haitiano Juan Pierre Boyer unifico políticamente la isla de Santo Domingo bajo su gobierno y mantuvo a los dominicanos veintidós años bajo el dominio haitiano, no existía ningún estudio, escrito aquí o en Haití, que aclarara las causas que produjeron la invasión de Boyer, que tipo de sociedad se desarrollo durante ese periodo en uno y otra lado de la isla, como se desenvolvió la economía de ambas partes y que factores incidieron en la caída de Boyer, así como la preparación de la coyuntura histórica que permitiría la independencia de los dominicanos en 1844.
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HAITI:TRAUMA DE UN PROCESO DE COLONIZAC

Santiago Sepúlveda hace un recorrido por esos aspectos fundamentales que dieron al traste con la realidad existencial actual de Haití. Explica con conocimiento, a su entender, porqué el presente es tan desolador para la mayoría de ellos y porqué República Dominicana debe asumir una política gubernamental efectiva que contribuya con la ejecución de programas sistemáticos que reencausen su porvenir. Quizás algunos de los planteamientos del autor hayan sido esbozados por historiadores y escritores, como Frank Moya Pons, Joaquín Balaguer o Euclides Gutiérrez Félix, pero esas referencias coincidentes sirven para contextualizar los aspectos contemporáneos, digamos que en los últimos 30 años la presencia haitiana en Dominicana se ha incrementado de manera significativa, una comunidad a la que ya no podemos vivir de espaldas. Haití y República Dominicana son dos países que cohabitan en una misma isla, cuyas similitudes culturales, religiosas e idiomáticas son totalmente diferentes. Y lo más significativo de este libro sobre la realidad de los haitianos, es que puede servir para dar pie al inicio de un debate serio, propositivo y proactivo en el que no solo participen actores de la sociedad política y social dominicana, sino también de todos aquellos países que nos han mirado con ojeriza tratando de responsabilizarnos de su fatídica herencia histórica.
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EL IMAGINARIO RACIAL DOMINICANO

Este importante libro de Milagros Ricourt aporta un eslabón decisivo al estudio de la compleja dinámica racial de la población afrodescendiente en la sociedad dominicana, dejando establecido con lujo de detalles que la negación de la negrura es a la vez verdad y mentira. La autora revela que la renuencia a aceptar los orígenes africanos coexiste con un historial recio de afirmación de esa herencia. La negación proviene de la fuerza ideológica del supremacismo blanco que cundió el aula escolar desde finales del siglo XIX. La afirmación, por su parte, proviene de los espacios que la alienación no pudo alcanzar: prácticas religiosas, baile, música, folclor y demás elementos del acervo cultural que la gente afectada preservó con fines de afirmar su inapelable humanidad. (Silvio Torres-Saillant). Ricourt considera el vodou Dominicano como la herencia viva de la liberación indigena-negra y logra encontrar sentido de cómo la historia dominicana y su cultura sustentan la negación y la existencia negra. No podría enfatizar suficientemente lo poderoso, radical e importante de este argumento. (Ginetta Candelario)
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