«Igual de lúcidos, igual de enterados, capaces de entenderlo todo y, por lo tanto, de sobreponernos a todo, lo suficientemente fuertes para vivir sin ilusiones y uniéndonos los vínculos de la tierra, los de la inteligencia, los del corazón y de la carne, nada puede, lo sé, ni sorprendernos ni separarnos».
El 19 de marzo de 1944, Albert Camus y María Casares se conocieron en casa de Michel Leiris, cuando ella contaba solo veintiún años. Había comenzado su carrera dos años antes, en 1942, en el teatro de Les Mathurins. Ese mismo año Albert Camus publicaba El extranjero. Entonces, el escritor vivía solo en París, pues la guerra lo había mantenido alejado de su esposa Francine, maestra en Orán. Sensible al talento de la actriz, Camus le confió el papel de Martha para la puesta en escena de su obra El malentendido.
La noche del 6 de junio, el mismo día del desembarco de Normandía, se volvieron amantes. Fue tan solo el preludio de una gran historia de amor que no tuvo su verdadero comienzo hasta 1948 y que continuó hasta la muerte accidental del escritor en enero de 1960. En medio de la vida pública y la actividad creativa de ambos, su correspondencia cruzada revela la intensidad de su relación íntima, que vivieron en la ausencia, en el disfrute de los días compartidos, en el trabajo conjunto y en la búsqueda, formulación y realización del amor verdadero.