Las empresas con un ADN disruptivo innovan con gran rapidez para ganar cuota de mercado y adelantarse a sus competidores, que siguen atrapados en modelos más convencionales y lentos. Muchas veces quienes no emprenden esta transformación creen que la disrupción es algo que sólo afecta a las empresas tecnológicas. Pero se equivocan. Todos los mercados se están viendo afectados por la celeridad del cambio, y en todos los ámbitos la tendencia es caminar hacia lo digital.
También en el sector inmobiliario, donde la irrupción digital no es reciente. Hace años que utilizamos servicios como Idealista, Airbnb u otros parecidos, pero algunas circunstancias, entre ellas la aparición de la COVID-19, han impulsado el proceso de transformación del sector y alertado a sus profesionales: lo que parecía un cambio lento ha venido para quedarse. Es el protech: la aplicación de tecnologías innovadoras a las necesidades del mercado inmobiliario.