En el París del siglo XV, con sus sombrías callejuelas pobladas por desheredados de la fortuna y espíritus atormentados, la gitana Esmeralda, que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres, es acusada injustamente de la muerte de su amado y condenada al patíbulo. Agradecido por el apoyo que en otro tiempo recibió de ella, Quasimodo, campanero de Nuestra Señora, de fuerza hercúlea y cuya horrible fealdad esconde un corazón sensible, la salva y le da asilo en la catedral.
Conocida también como "El jorobado de Notre Dame”, Nuestra Señora de París es una obra de marcado carácter romántico, a caballo entre la novela histórica y la ficción literaria, y consigue crear tres personajes de leyenda: Esmeralda, mujer fatal; Frollo, archidiácono maldito; Quasimodo, jorobado y tuerto, de gran corazón. Y, como telón de fondo, una imponente catedral. No en balde, por tanto, ha gozado siempre del favor del público. Y ahora, al fin, una nueva traducción de Andrés Ruiz Merino, propia de nuestros tiempos, más vital y dinamista, aun cuando ajustada al estilo del autor.