Es una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa. La ingeniosa primera fase de esta interesante novela es una de las más conocidas y repetidas de toda la literatura inglesa, y ya desde un principio nos desvela el tono burlón que la escritora pretende conferir a su relato, en el que nos desmenuza poco a poco, con inteligencia y de forma amena, el valor y los efectos que la riqueza y el dinero tenían sobre los sentimientos amorosos en su época. El verdadero tema sobre el que se construye esta novela es, sin duda alguna, este efecto que la riqueza tiene sobre el amor en la sociedad inglesa de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Así, la autora nos describe hábilmente en el mercado matrimonial al uso de aquellos años, los arreglos, pactos, rivalidades, argucias, luchas, intereses y ambiciones habituales en estos casos, y de los que dependían, en muchas ocasiones, el porvenir y el futuro de uno o ambos contrayentes.