¡Busco a Dios!, ¡Busco a Dios!, grita el hombre loco de Nietzsche y corre con una linterna en la mano a la luz del mediodía hacia el mercado. El clamor de este hombre, que busca a Dios y no sabe cómo encontrarlo, se extiende a lo largo de todos los siglos y aún hoy no deja de resonar.
Arropado por el avance vertiginoso de la ciencia y la tecnología, el mundo se ha tornado opaco, haciendo que cada día más personas duden de la existencia de Dios y no puedan ver su presencia. Al mismo tiempo, el anhelo insaciable del ser humano, su pregunta por el sentido del todo, la búsqueda del bien, de la justicia y de la felicidad lo refieren a algo más allá del mundo.
En Buscando a Dios, se recogen 30 muestras o piezas de esta búsqueda que ha marcado a la humanidad desde la antigüedad hasta nuestros días. El argumento cosmológico, el Big Bang, la evolución, la belleza y el sentido son algunos de los temas; pero, al final, no nos queda más remedio que bajar la mirada para vislumbrar el rostro divino en los rostros humanos, especialmente en los rostros humillados y desfigurados.
Es imposible alcanzar a Dios. Solo podemos ser alcanzados por su discreta presencia. Hemos llegado así al umbral de la fe cristiana, que nos habla de un Dios que nunca se cansa de buscarnos.
Este pequeño libro contiene la gran intuición de Pierre Teilhard de Chardin: la visión fundamental de Cristo «todo en todos», del Universo movido e invadido por Dios en la totalidad de su evolución. Sus páginas «querrían enseñar a ver a Dios por todas partes: verlo en lo más secreto, en lo más consistente, en lo más definitivo del Mundo». Desde la atalaya firme constituida por dos mil años de experiencia cristiana, lo que Teilhard propone es una educación de la mirada que, recorriendo las dos mitades de la existencia humana (lo que el hombre hace, sus actividades, y lo que experimenta, sus pasividades), revele un Dios «universalmente tangible y activo, muy próximo y, a la vez, muy lejano».
Jerusalén. Abril del año 33 d.C. Jesús, un artesano, rabí, sanador y profeta galileo, acusado del cargo de sedición por arrogarse el título mesiánico de «rey de los judíos» frente al poder romano, es azotado, insultado, ridiculizado y escupido. Condenado a morir crucificado como un bandido, es abandonado por sus discípulos en el momento de su detención. En su amarga agonía en la cruz solo un grupo de mujeres lo acompaña desde la lejanía. Otros condenados colocados junto a él le lanzan recriminaciones. Un grito desgarrador pone fin al suplicio. Pero, ¿qué ocurrió tras esta desoladora escena?
Probablemente ningún teólogo ha contribuido tanto al debate público actual como Hans Küng. Sobre la base de importantes trabajos científicos, ha abordado críticamente la situación de la Iglesia católica, analizado los fundamentos del cristianismo e influido de manera decisiva en el diálogo entre las grandes religiones. Pero una obra tan vasta y tan ramificada requiere que se pongan de manifiesto sus estructuras constantes y que se señalen los caminos de pensamiento por los que ha transitado a lo largo de las últimas cinco décadas. La presente antología propone este recorrido completo por la obra de Hans Küng, por sus temas dominantes y los ámbitos de su curiosidad intelectual. Trata de las preguntas decisivas de la existencia cristiana, de la figura de Jesús en comparación con otras grandes figuras de la historia de las religiones, del diálogo entre las grandes religiones del mundo, del «Proyecto de una ética mundial» y de la situación religiosa de nuestra época. Constituye así un compendio del pensamiento vivo de Hans Küng, dirigido tanto a quienes por primera vez se acercan a su teología como a quienes ya son amantes de ella.
Pilar Urbano rastrea la escena del Gólgota. Se sitúa junto a la Madre del ajusticiado y, desde ese ángulo de excepción, descubre una sorprendente trama -«estaba ahí, sólo había que darse cuenta»- en la que se entreveran las siete palabras de Jesús con las siete palabras de María: un sugestivo juego de espejos y de coincidencias. Mientras Jesús muere se produce entre el ajusticiado y su madre un diálogo imperceptible pero intenso: gestos, medias palabras, miradas, silencios, recuerdos. Sin abandonar el lugar de los hechos, el Calvario, y narrando en tiempo real, la autora se asoma al misterio y nos señala sus inesperados hallazgos: el «yo» de Cristo que, en cierto momento de la ejecución, parece disociarse; la vigorosa presencia del Padre y del Espíritu «cocrucificados» con Jesús; la mujer que, al pie de la cruz, centra el arco de la Historia entre el Génesis y el Apocalipsis; el desencriptado del grito final de Cristo, antes que literalmente se le rompa el corazón...
Este Breve diccionario de la Biblia, obra de referencia desde su primera publicación en castellano en el año 1976, incluye entradas relativas a cada uno de los 72 libros de las Sagradas Escrituras y ofrece una clara visión de conjunto, sin omitir detalles importantes y evitando una fácil superficialidad, de modo que en un espacio reducido se satisfacen todas las necesidades de un trabajo bíblico práctico.