Espejos de las fugaces es el conjuro que la poeta libanesa Joumana Haddad ha compuesto contra el suicidio. Un conjuro que comienza con una indagación tan dolorosa como sutil sobre la propia identidad, una indagación tan desgarradora que incluye versos como: «Déjame matarte, vida, para que me poseas. Para que yo posea mi vida».
Después de desbrozar la maleza de la idea del propio suicidio, Haddad repasa la existencia y las motivaciones del suicidio de otras poetas –Alfonsina Storni, Marina Tsvietaieva, Florbela Espanca, Sylvia Plath...– desde un punto de vista eminentemente poético que no excluye el ensayo de lo religioso o lo científico, con una mirada tan meditativa como sensual e incluso sexualmente explícita. Por su intensidad, por su escrutinio en la identidad de la mujer contemporánea, Espejos de las fugaces es un libro mayor de la poesía hodierna.
Subtly honed with her hallmark precision, grace, and compassion, these stories illuminate the quotidian yet astonishing particularities in the lives of men and women, parents and children, friends and lovers as they discover sex, fall in love, part, quarrel, suffer defeat, set off into the unknown, or find a way to be in the world.
El libro fundamental de Jorge Luis Borges.
Pense en un laberinto, en un sinuoso laberinto creciente que abarcara el pasado y el porvenir y que implicara de algún modo los astros.
Ficciones es posiblemente la obra más reconocida de Jorge Luis Borges y un hito en la historia de la literatura. Aquí se encuentran lo policiaco ("La muerte y la brújula") y lo fantástico ("La lotería en Babilonia"), lo irreal ("Las ruinas circulares") y lo imaginario ("Tlön, Uqbar, Orbis Tertius"), el que Borges consideró acaso su mejor cuento ("El Sur") y uno de los comienzos más cautivadores de un relato jamás escrito ("Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche"). Cada uno de los dieciseis cuentos reunidos en este libro es, en sí, pieza fundacional y celebración del universo borgeano.
Para algunos críticos como Ricardo Piglia, la influencia de Borges es superior a la del Premio Nobel García Márquez, quien, por otra parte, confesó siempre su rendida admiración. Ficciones cambió el modo de escribir y de leer de las generaciones futuras.