AUTOGESTION, PLANIFICACION Y DEMOCRACIA

Superar el capitalismo requiere la precondición de liberar al trabajo del yugo de la relación salarial. También plantea dar pasos hacia la democratización de los fines y contenidos del trabajo, darle forma cooperativa y recurrir a su reparto entre todas las personas capaces, desarrollando políticas para que los y las trabajadoras controlen los procesos y frutos de su labor. Se trata de gobernar nuestro tiempo para darle un sentido en torno a la satisfacción de las necesidades colectivas, propiciando políticas que incrementen el tiempo libre, la auténtica medida de la riqueza. Esas relaciones laborales, emancipadoras y cooperativas deben comprender el ámbito productivo y de cuidados, en tanto que comportan la mayor parte del tiempo del trabajo social. Las grandes decisiones económicas han de debatirse colectivamente materializándolas en una planificación democrática —al menos en sus actividades estratégicas—. Sin demora, para salir de la catástrofe ambiental en curso, dicha planificación ha de organizar firme y pacientemente una transición ecológica que atienda a las necesidades sociales en toda su diversidad sin superar la biocapacidad del planeta. Se trata, por tanto, de poner en pie un modelo de trabajo bajo una forma social nueva, de y para una sociedad de personas productoras y cuidadoras, libres y asociadas.